Los efectos de esta política salarial, tuvieron como datos concluyentes los siguientes: precariedad en las condiciones laborales, con el 60% de los trabajadores sin seguridad social, ausencia de prestaciones de ley, jornadas superiores a las 8 horas…
En México, la elección presidencial del año 2024, estarán centradas en las diferencias sociales , que muestran una sociedad en extremo polarizada.
La exclusión, la marginación, la “pobreza extrema”, son las palabras clave de los próximos comicios.
Baste señalar, que hay 2 mil 466 municipios, en 100 de ellos -menos del 5% del total-, viven 22.3 millones de personas en pobreza.
Entre 2019 y 2022, nueve millones de mexicanos han salido del umbral económico más bajo entre los años 2020 y 2022, según el último informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo, las cifras de personas en situación de pobreza sigue siendo alta —46,8 millones de mexicanos, el 36,3% de la población total.
A partir de 1982, y hasta 2018, se impuso en México el proyecto neoliberal que se tradujo en el abandono del Estado interventor; en el ámbito político y el dominio de la tecnocracia neoliberal , el achicamiento del gobierno, las privatizaciones de bienes públicos y la disminución del gasto público.
La política de contención salarial sostenida entre 1982 y 2018 significó el retroceso en las condiciones de vida de los trabajadores, tanto formales como informales, que son la mayoría de la población.
A lo largo de ese periodo, el salario mínimo perdió 75% de su poder adquisitivo y dejó de ser suficiente aun para cubrir la canasta básica del trabajador como persona, sin considerar a su familia.
Los salarios promedio del país se deprimieron de tal forma que en 2018 eran inferiores en términos reales al salario mínimo de 1976.
La legalización de la subcontratación laboral (outsourcing), los contratos por tiempo definido y la reducción de los costos por despido, fueron otras tantas medidas adversas a la clase trabajadora que se concretaron, todas ellas, en las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo promovidas por Felipe Calderón Hinojosa, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 30 de noviembre de 2012, último día de su administración.
Los efectos de esta política salarial, tuvieron como datos concluyentes los siguientes: precariedad en las condiciones laborales, con el 60% de los trabajadores sin seguridad social, ausencia de prestaciones de ley, jornadas superiores a las 8 horas, y remuneraciones por debajo de la línea de pobreza del Coneval.
Hundir los salarios por debajo del nivel de subsistencia resultaba inaceptable en el plano de las relaciones comerciales internacionales, como se hizo manifiesto en las negociaciones del nuevo Tratado México-Estados Unidos y Canadá firmado en 2018.
Salarios que mantienen en la pobreza a la mayoría de las familias trabajadoras, sólo pueden entenderse en el marco de una sociedad con instituciones diseñadas para el enriquecimiento de las élites a costa del bienestar de las mayorías de la población.
Las elites sueñan con un país occidental al estilo de los Estados Unidos o Canadá, algo que no podrá existir en México, con un esquema salarial como el que hoy tenemos.
Incluso, reconociendo que a partir del 1 de enero de 2023, entró en vigor el Salario Mínimo de $207.44 diarios, lo que se traduce como un incremento del 20% con respecto al año pasado, cuando la cifra del Salario Mínimo era de $172.87 .
De manera trimestral, entre el primer y el segundo trimestre de 2023, el poder adquisitivo del ingreso laboral real promedio per cápita presentó un incremento de 0.6% a nivel nacional, al pasar de $3,058.60 a $3,076.13 pesos mensuales, es decir, tuvo un aumento de alrededor de $17.53 pesos cantidad mínima para dotar de poder de compra a la mayoría de la población asalariada.
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