La semana pasada Claudio X. González encomendó a sus gerentes, los presidentes de partido, a intentar convencer a la “corcholata naranja” de abandonar sus aspiraciones presidenciales.
Samuel García es un payaso, un simulador que inaugura obras sin terminar solo para posar en Instagram.
Un hipócrita que se llenó la boca de insultos contra López Obrador, pero tan pronto llegó al Palacio de Gobierno de Nuevo León se convirtió en su más fiel imitador.
Samuel García también es muy popular, de hecho, es el tercer gobernador mejor calificado del país.
El joven político entiende muy bien a su audiencia y les da lo que quieren, aderezado con una pizca de frivolidad, machismo y estridencia.
Vamos, si Trump y López Obrador tuvieran un hijo, ese sería Samuel García. En otras palabras, es el candidato perfecto para estos tiempos.
La semana pasada Claudio X. González encomendó a sus gerentes, los presidentes de partido, a intentar convencer a la “corcholata naranja” de abandonar sus aspiraciones presidenciales.
En una conferencia de prensa conjunta Marko Cortés y Alito Moreno, dirigentes del PRIAN, acusaron que García “hace el papel de esquirol” de la oposición, y le advirtieron que, si presenta su solicitud de licencia ante el Congreso para “irse a la aventura” de buscar la candidatura presidencial de MC, los legisladores panistas y priistas no lo aprobarán: “Venimos a decirle a Samuelito, que deje de estar chingando a nuestros alcaldes y diputados. Ya estuvo”.
Sin embargo, todo esto podría cambiar esta misma semana.
El gobernador de Nuevo León registra de entrada una tendencia de 18%, lo que significa que daría más batalla electoral que Marcelo Ebrard, quien tiene un 15 por ciento.
Dicho de otra forma, como candidato presidencial, Samuel es más competitivo que Marcelo según una encuesta publicada por El País la semana pasada.
Es entendible: Samuel es joven, efervescente, y a diferencia de Xóchitl Gálvez, él no tiene que cargar con los negativos de perfiles tan tóxicos como el de Alito Moreno y Marko Cortés. García es un candidato que puede crecer en la contienda presidencial y complicar las posibilidades de la senadora en la disputa por el voto de las clases medias.
Y es que, para ser justos, no es poca cosa lo que ha logrado el político de 35 años. Junto con su esposa, Mariana Rodríguez, han construido un proyecto electoral, no solo en su estado, sino a nivel nacional.
Todo esto lo sabe Dante Delgado, quien por fin parece haberse decantado por García por encima de la candidatura de Marcelo Ebrard.
La decisión fue avalada por el otro gran líder emecista, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien ve con buenos ojos una candidatura propia: “Yo creo que sí puede ser, Samuel es una persona a la que aprecio y es parte del equipo que se ha construido a nivel nacional y, si es candidato, pues yo me imagino que lo va a hacer muy bien”, dijo el mandatario jalisciense.
El que sale perdiendo de todo este nuevo acomodo del tablero electoral es Marcelo Ebrard. El experimentado político ha dado tumbo tras tumbo sin rumbo claro y mucho menos con acciones contundentes.
Apenas el lunes aseguró frente a sus simpatizantes que continuaría con su movimiento (una asociación civil), que parece no llevarlo a ningún lado, por lo menos en el corto plazo. Mientras las puertas se van cerrando para el excanciller mexicano rumbo al 2024, algo es seguro, el diablo se vestirá de naranja.
@CallodeHacha
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