A través de esta mirada profunda a la vida y la carrera de Marcelo Ebrard, exploraremos su impacto en la política mexicana y el incierto futuro que se presenta ante él en esta coyuntura.
La política mexicana ha sido testigo de la carrera ascendente y las decisiones trascendentales de uno de sus protagonistas más destacados: Marcelo Ebrard. Desde sus inicios en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta su papel clave en el actual panorama político de México, la trayectoria de Ebrard ha sido rica en giros y desafíos que han moldeado su posicionamiento como un actor político trascendental.
Este artículo de Día Cero se adentrará en la vida política de Marcelo Ebrard, explorando su transición desde el PRI al PRD, su destacada gestión como Jefe de Gobierno del Distrito Federal y su influencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Además, examinaremos su reciente impugnación de los resultados de una encuesta interna de Morena, partido al que se unió y cómo esta acción ha sacudido los cimientos de su partido y ha generado expectación tanto en el ámbito político como en la opinión pública. A través de esta mirada profunda a la vida y la carrera de Marcelo Ebrard, exploraremos su impacto en la política mexicana y el incierto futuro que se presenta ante él en esta coyuntura.
Inicios en la política, trayectoria en el PRD y jefatura de gobierno
Marcelo Ebrard inició su carrera política en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde pronto se destacó como un político con potencial. En 1992, fue nombrado Secretario General de Gobierno durante la administración de Manuel Camacho Solís en la Ciudad de México, marcando el inicio de su ascenso en la política local.
Sin embargo, fue en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) donde Ebrard consolidó su carrera. En 1997, fue electo Diputado Federal, representando a la mayoría opositora al partido gobernante. Esta etapa marcó su transición de un partido tradicionalmente ligado al poder al terreno de la oposición. Posteriormente, se unió al Partido de Centro Democrático (PCD), partido fundado por Manuel Camacho Solís, en 1999, el cuál perdería el registro en las elecciones del año 2000.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su desempeño como Jefe de Gobierno del Distrito Federal de 2006 a 2012. Durante su mandato, se aprobaron reformas progresistas en áreas como los derechos humanos, incluyendo la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la interrupción legal del embarazo. Además, implementó programas de apoyo a estudiantes de escasos recursos y proyectos de movilidad urbana.
Después de su mandato en la Ciudad de México, Marcelo Ebrard tomó un rumbo internacional. Se mudó a París en 2015 y luego a Estados Unidos en 2016, donde se unió al equipo de campaña presidencial de Hillary Clinton. La carrera política de Ebrard no ha estado libre de controversias. Ha enfrentado momentos difíciles, incluyendo su destitución como Secretario de Seguridad Pública debido a incidentes violentos en la Ciudad de México. También estuvo involucrado en polémicas relacionadas con la construcción de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que colapsó en 2021.
El acercamiento de Ebrard con AMLO
La historia de AMLO y Ebrard en la política mexicana se remonta a décadas atrás. López Obrador comenzó su carrera política en el PRI en la década de 1970, pero en 1988 abandonó dicho partido. En 1989, junto con destacados políticos como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El año 2000 marcó un hito en la relación de López Obrador y Ebrard. Ambos se encontraron compitiendo por la jefatura de Gobierno del Distrito Federal (hoy CDMX), pero bajo diferentes partidos. Ebrard representó al PCD, mientras que AMLO fue el candidato del PRD. Sin embargo, en un gesto de apoyo a su colega político, Ebrard optó por declinar en favor de López Obrador, quien ganó las elecciones y asumió como jefe de Gobierno del DF.
Es acto abrió el pasó a su colaboración durante el gobierno de AMLO, entre los años 2000 y 2002, Marcelo Ebrard formó parte del consejo de asesores del nuevo jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. En 2002, AMLO nombró a Ebrard como secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, marcando un momento importante de colaboración entre ambos políticos.
Durante su mandato como secretario de Seguridad Pública, Ebrard logró reducir la criminalidad en la Ciudad de México en un 9.2%, alcanzando el promedio más bajo de décadas. Además, implementó programas de seguridad ciudadana, como el Programa de Protección Ciudadana. Para las elecciones presidenciales de 2006, López Obrador se postuló como candidato del PRD, mientras que Ebrard fue su sucesor como Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Durante este período, Ebrard continuó y amplió programas sociales establecidos por AMLO, como el programa de becas “Prepa Sí” para estudiantes de bajos recursos.
Hacia las elecciones presidenciales de 2012, tanto López Obrador como Marcelo Ebrard expresaron su interés en contender por la candidatura presidencial del PRD. En las elecciones internas del partido en 2011, AMLO obtuvo el respaldo mayoritario, y Ebrard optó por no disputar el resultado. Durante la campaña presidencial, AMLO mencionó que Ebrard sería su secretario de Gobernación si resultaba electo. Sin embargo, la coyuntura electoral no beneficio al candidato del PRD en dicha elección dónde se alzó con el triunfo Enrique Peña Nieto.
En diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México. En su gabinete original, Héctor Vasconcelos fue propuesto como secretario de Relaciones Exteriores. Sin embargo, en julio de 2018, López Obrador nombró a Marcelo Ebrard como canciller. Durante gran parte de su gobierno, AMLO mantuvo la premisa de que “la mejor política exterior es la política interna”. Como resultado, Ebrard representó a México en eventos internacionales y lideró las relaciones exteriores del país.
Hacia la candidatura de 2024, Ebrard dejó en claro su deseo de buscar la candidatura de Morena para las elecciones presidenciales de 2024. En los inicios de la contienda, incluso pudo imponer acciones en el marco de la elección del sucesor del presidente al proponer que los miembros de Morena, conocidos como “corcholatas”, renunciaran a sus cargos públicos para poder competir en la encuesta interna del partido, medida respaldada por AMLO. Sin embargo, desde finales de 2022 e inicios de 2023, los resultados de las encuestas no lo beneficiaban para ser el elegido como el coordinador nacional de los comités de la defensa de la cuarta transformación, a razón de que siempre se encontró detrás de Claudia Sheinbaum.
Impugnación de los resultados de la encuesta
El extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores acusó diversas irregularidades en la encuesta de Morena, en la que quedó en segundo lugar, catorce puntos atrás de Claudia Sheinbaum. Lo que llevó a su demanda de la nulidad de los resultados. Ebrard alegó que el proceso no se apegó a los acuerdos establecidos con los aspirantes que compitieron por el cargo y que hubo operaciones a favor de Claudia Sheinbaum.
Entre las supuestas irregularidades destacadas en su que se encontraban:
- Afinidades en la comisión de encuestas: Ebrard señaló que la presidenta de la Comisión de Encuestas de Morena, Ivonne Cisneros, tiene ciertas afinidades con Claudia Sheinbaum, lo que podría haber influido en el resultado.
- Intervención de la Secretaría de Bienestar: Se alegó que la Secretaría de Bienestar y otros “servidores de la nación” realizaron visitas casa por casa en apoyo a Sheinbaum, lo que habría ejercido presión sobre los ciudadanos para votar por ella.
- Conocimiento previo de lugares de encuesta: Ebrard afirmó que el equipo de Sheinbaum tuvo conocimiento previo de los lugares donde se llevaría a cabo la encuesta, lo que sugiere un posible sesgo en la selección de lugares.
- Cadena de custodia comprometida: El excanciller cuestionó la integridad de la cadena de custodia de las urnas y votos de la encuesta, lo que podría poner en duda la transparencia del proceso.
- Falta de libertad de los participantes: Ebrard también alegó que no existieron las condiciones para que los ciudadanos participaran con libertad, citando amenazas, violencia e intimidación hacia los participantes.
Malestar en Morena, expectación de la oposición
La impugnación de Ebrard ha llevado a un pulso político dentro de Morena. Por un lado, sus acciones han causado malestar en el partido, ya que socavan la imagen de unidad que el partido busca proyectar. Por otro lado, han generado una expectación considerable tanto dentro como fuera del partido. Dentro de Morena, algunos desean que el conflicto termine pronto para no afectar la cohesión del partido, mientras que fuera de él, la oposición ha reconocido acercamientos con Ebrard.
Ebrard ha optado por una estrategia de desgaste, desafiando a su propio partido y dejando abierta la posibilidad de buscar otros caminos políticos. Ha anunciado la formación de un “movimiento político nacional” y ha iniciado una gira para promover sus ideas. Algunos ven en esta estrategia similitudes con la de su mentor político, Manuel Camacho Solís, quien se desvinculó del PRI en 1994. Esto plantea la pregunta de si Ebrard seguirá un camino similar o si su estrategia tendrá un desenlace diferente.
Las implicaciones de la impugnación de Ebrard son significativas para el futuro de la política mexicana. Su decisión final, ya sea quedarse en Morena o unirse a otro partido, puede alterar el equilibrio de poder en el país. También plantea interrogantes sobre las elecciones presidenciales de 2024 y si Ebrard será un contendiente. En última instancia, su papel en la política mexicana sigue siendo incierto, pero su influencia y sus decisiones tendrán un impacto que no debe ser subestimado.
@travelerjm
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