Lo malo es que no simpatiza con el líder sindical Shawn Fain quien dijo que la lucha va contra “la clase multimillonaria y una economía que enriquece a personas como Donald Trump”…
Donald Trump se saltará el segundo debate republicano y en su lugar viajará a Detroit para colarse en el problema laboral entre los trabajadores de la industria automotriz y tres de los grandes fabricantes de autos en los Estados Unidos, la tirada es ganarse el voto de este sector.
Lo malo es que no simpatiza con el líder sindical Shawn Fain quien dijo que la lucha va contra “la clase multimillonaria y una economía que enriquece a personas como Donald Trump”, en tanto, Joe Biden, el presidente “más sindical”, envió dos asesores a Detroit y señaló que los trabajadores “merecen una parte justa” de los beneficios que ayudaron a crear.
En lugar de participar en el segundo debate republicano planeado para el próximo 27 de septiembre, Donald Trump lo hará de nuevo, dejará a sus rivales republicanos en la mesa a fin de que hagan su debate, un evento al que el jefe MAGA considera como una pérdida de tiempo en virtud de que va a la delantera en las encuestas por varios puntos porcentuales.
Para Trump no tiene caso, pero sí le interesa asistir a Detroit para dirigirse a una audiencia de unos 500 trabajadores sindicalizados con un discurso en horario estelar y en donde es seguro que estarán presentes también algunos ex miembros del sindicato.
La decisión de ir al estado de Michigan no es cualquier cosa pues se da justo cuando la huelga de la United Auto Workers (UAW) lleva apenas tres días y ya comienza a preocupar por las consecuencias que pueda tener en la economía nacional.
La huelga es un paro simultáneo de más de 10 000 trabajadores contra los tres fabricantes más importantes del país: Ford, General Motors y Stellantis debido a que no se han dado los resultados deseados sobre un aumento salarial del 40%, entre otras cosas, lo que consideran un contrato justo.
De acuerdo al sindicato, los fabricantes obtuvieron en conjunto un cuarto de trillón de dólares en ganancias en América del Norte en la última década, no obstante, los trabajadores no obtuvieron ningún beneficio justo.
En este contexto, Donald Trump quiere asistir pues es el momento oportuno para mostrarse interesado por la clase trabajadora, sus empleos y su futuro, tales son los temas que ha de considerar en su discurso: comenzará atacando la agenda ambiental de Biden, el impulso que da el presidente a la fabricación de autos eléctricos, les dirá que los autos serán fabricados en China y que la planta laboral quedará en el aire.
De acuerdo al New York Times, los asesores planean llenarle la sala donde se realizará el evento con uno 500 trabajadores automotrices de todo tipo, desde electricistas hasta instaladores de tuberías.
Sobre las demandas salariales ninguno de los asesores hizo referencia a ellas, Trump tampoco lo ha hecho, aunque sí ha atacado a los líderes sindicales. ¿De qué manera se colocará al lado de los trabajadores? Eso está por verse.
Trump considera que es un candidato con bastante arraigo entre los trabajadores sindicales de base, aun cuando no la lleva muy bien con los líderes sindicales.
De acuerdo al NYTimes en la campaña de 2016, uno de sus asesores buscó un acercamiento con los trabajadores organizados de Michigan y Wisconsin a fin de que la AFL-CIO no apoyara a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Trump ganó Michigan en las elecciones de 2016, uno de los estados que conforman el “muro azul” (Wisconsin, Michigan y Pensilvania) lo malo para los republicanos es que Biden recupera el estado en 2020 por más de 150 000 votos.
Hoy Michigan está considerado un estado crítico para los demócratas en la carrera de 2024, pese a que la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer fue reelegida en noviembre pasado para un segundo mandato.
Para ir aplanando el camino, el equipo de campaña de Trump lanzó un anuncio en radio que comenzará a circular este martes en Detroit y a la ciudad de Toledo en Ohio, dirigido a los trabajadores automotrices, donde el líder republicano trata de empatizar con ellos: “Siempre han querido competir de manera justa en todo el mundo y obtener su parte justa del sueño americano… Donald Trump los llama grandes estadounidenses y siempre los respalda”.
El anuncio incluye los obligados ataques a la agenda climática de Joe Biden y la transición a los vehículos eléctricos, pero nunca hace referencia a las demandas sindicales de aumento salarial del 40%.
En tanto, el presidente Biden el “más sindical” se colocó rápido de lado de los trabajadores en huelga, pues envió a dos de sus asesores a Detroit y señaló que los trabajadores “merecen una parte justa de los beneficios que ayudaron a crear”.
Shawn Fain, el presidente de la AUW puso sobre la mesa las demandas y expresó preocupación por la transición a los automóviles eléctricos, y en un mensaje señaló que Donald Trump sería “un desastre” si regresa a la Casa Blanca: “cada fibra de nuestro sindicato se está vertiendo en la lucha contra la clase multimillonaria y una economía que enriquece a personas como Donald Trump a expensas de los trabajadores…no podemos (elegir) multimillonarios …que no entienden lo que es vivir de cheque en cheque y luchar por sobrevivir y esperar que resuelvan los problemas de la clase trabajadora”, dijo. A
sí que la guerra entre los dos candidatos a la presidencia se desarrolla con todo en esta arena sindical de Detroit, ¿Quién saldrá mejor posicionado? Pues habrá que ver en que termina esta huelga, una de las más grandes e importantes en los Estados Unidos.
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