Apasionado de la economía, logró ser el presidente del Colegio de Economistas, “el mejor de su gremio” como lo llamaba él en el año 2002. Tuvo grandes logros a nivel profesional, además de ser un gran orador, escribió algunos libros
Carlos, Cal, Charly, hijo, hermano, esposo, padre, abuelo, tío, muñeco, maestro, orador, presidente, guía, conciliador, y la lista de sustantivos podría ser infinita… nuestro querido y amado Carlos Manuel Loeza Manzanero hoy cumple 1 año que no está más con nosotros. 365 días parecieran muchos… parecieran pocos. La realidad es que cuando un gran ser humano como él parte de esta tierra el vacío es tan grande que el tiempo pasa a ser muy relativo.
Carlos nació el 20 de mayo de 1957 en Ciudad de México, hijo de Concepción Manzanero y Manuel Loeza.

Carlos creció en la Colonia Valle del Tepeyac rodeado de un gran grupo de amigos que hasta su último día estuvieron presentes de una u otra manera y cerca de él y de su familia. Apasionado del estudio, de la lectura, de jugar canicas, y del fútbol.
A muy corta edad conoció a Norma, la que sería el gran amor de su vida. Sus personas más cercanas dicen que el flechazo fue inmediato, estuvieron enamorados desde los cortos 14 años y juntos durante el resto de su vida siendo el mejor equipo hasta su último día.
Carlos estudió su preparatoria en el Colegio Francés Hidalgo siendo un gran y reconocido estudiante desde muy corta edad. Carlos quería estudiar arquitectura, pero algo en su interior le dijo que no era el camino adecuado así que optó por estudiar economía.
Sus estudios los realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México, después realizó una Maestría y unos años más tarde un Doctorado en Economía. Le ofrecieron la posibilidad de realizar su doctorado en el Extranjero sin embargo él decidió no hacerlo por amor a su amada Norma y a su querido México.
Carlos y Norma se casaron el 28 de febrero de 1987, y el 24 de mayo de 1989 nació su primera hija, Shantall. Casi 3 años más tarde, nació su segunda hija, Jenny. Carlos fue el mejor papá, y el mejor esposo. Para todo el mundo exterior era el hombre más serio, formal, siempre de traje, impecable con ese olor tan peculiar; en cambio en casa el hombre más romántico, sincero, y consentidor; sus 3 mujeres eran su todo.
Apasionado de la economía, logró ser el presidente del Colegio de Economistas, “el mejor de su gremio” como lo llamaba él en el año 2002.
Tuvo grandes logros a nivel profesional, además de ser un gran orador y apasionado de su tema, escribió algunos libros de Economía, columnista del periódico “Sol de México” y profesor durante más de 40 años en la Universidad Autónoma de México, FES Aragón, guiando y marcando la vida de cientos de alumnos que soñaban con llegar a tener todo el conocimiento e ímpetu que tenía su amado profesor.
Carlos además de ser el mejor de su gremio y un gran maestro para miles de estudiantes se convirtió en el maestro y consejero de vida de sus hijas y de su amada. Tarjetas, globos, regalos, cartas, mantas, flores, mariachis, tantos detalles… celebrando a lo grande cada cumpleaños, cada logro (por más pequeño que fuera) haciéndolas sentir las mujeres más queridas y amadas de este mundo. ¡¡Qué señor, qué hombre!!
Tan único y peculiar, terco, aferrado y apasionado a sus ideas; sonriente, el que quería la mesa más grande que hubiera en el restaurante (aunque 3 lugares se quedarán vacíos); el gran tenista, el que era feliz en el mar de Acapulco, el que amaba sus tacos de carnitas escuchando un Mariachi en el Arroyo; el que amaba y estaba tan orgulloso de su país estando los mejores o los peores dirigiéndolo; el mejor papá, el abuelo de María, el más consentidor, el que nos recogió a tardes horas de la madrugada sin importarle estar desvelado al día siguiente, nuestro salvador; el que no le tenía miedo a nada ni nadie, el “ya me voy” y que el mundo gire; el que te decía lo que necesitabas oír cuando morías de miedo, el que te daba esa fuerza cuando nada más podría dártelo, el que sanaba tu corazón cuando estaba roto.
El mejor hombre, papá y esposo. ¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
Que afortunadas de tenerte con nosotras, la vida es mucho más complicada desde que no estás, pero es tan fuerte lo que nos dejaste, que eres y seguirás siendo nuestro motor ante cualquier adversidad que la vida nos ponga enfrente, haciendo una vuelta de hoja a tu estilo CARLOS LOEZA.
¡Te amamos! Tus tres mujeres y tu muñeca: Norma, Shantall, Jenny y María.
“El vacío que dejas es tan grande… como llenar un hueco que lo era todo, que te enseñaba y celebraba cada logro, que te ayudaba a construir tu camino y a reconstruirlo cuando de pronto todo estaba perdido… tus risas, tu valentía, tu perseverancia, TUS GANAS… esas que tuviste cada día y que la vida me dio el privilegio de disfrutar a tu lado en mi nuevo hogar a unas cuantas semanas de que partieras. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS papá porque me faltan las palabras para poder agradecerle a la vida, a Dios, por tenerte en mi vida durante 33 años siendo ese ejemplo. Cada paso que doy en este recorrido llamado vida me ha costado tanto desde tu partida, tú me sigues dando esa fuerza y esa luz con tus sabios consejos para continuar.¡Te amo papito!”
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