No tengo ni la menor duda que Xóchitl es más priista que muchos otros que así se llamaron, y sólo utilizaron su posición en el partido para sacar ventajas personales
El dirigente nacional del PRI, “Alito” Moreno, con quien según Xóchitl Gálvez nunca trabajaría porque, junto con otros priistas, es corrupto, traidor, marrullero… hizo un descubrimiento de la Señora X que dejó perplejos a los militantes del tricolor, exceptuando a los “paleros”, claro.
Ahí les va: “No tengo ni la menor duda que Xóchitl es más priista que muchos otros que así se llamaron, y sólo utilizaron su posición en el partido para sacar ventajas personales, y brincaron del barco cuando la salida fácil y el cargo seguro se presentaron frente a ellos”, dijo el susodicho.
Y por si eso no fuera suficiente agregó: Las raíces de la responsable de la construcción del Frente Amplio por México, su historia de vida – no se olviden que es indígena y vendió gelatinas, acotan los observadores– y su trayectoria política, “son congruentes con los principios que en el PRI defendemos desde el México Revolucionario, hasta el México que hoy tenemos… y lo digo con plena responsabilidad y conocimiento de lo que implica esta decisión histórica sin precedente para nuestro instituto político, es la primera mujer que impulsa el PRI a la Presidencia”. Pues es que en la “dictadura perfecta” del PRI, quienes nombraban a su sucesor eran misóginos, acotan los observadores.
¡No te arrastres “Alito”! Exclamaron sus detractores; ya sabemos lo que Xóchitl realmente piensa de ti, de Manuel Añorve, Rubén Moreira y de todos aquellos de la misma calaña que ustedes. Lo de los “lapsus mensus” ni tu abuelita te lo cree. Es que Xóchitl es única, inigualable, inconfundible… a veces se apendeja, pero esperamos que ya en la precampaña y la campaña presidencial eso se le quite, quiso decir “Alito”.
AGENDA PREVIA
Para no volver a “regarla”, en el nombramiento del sustituto del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, el Jefe del Ejecutivo decidió enviar al Senado de la República una terna de tres damitas, que seguramente cumplen con los requisitos legales para ocupar tan importante cargo – y si no los cumplen también, que caray– , tienen un defecto: Son sus fieles e incondicionales empleadas. El presidente está convencido que cualquiera de las tres que sean elegidas — María Estela Ríos, Bertha Alcalde Luján y Lenia Batres Guadarrama— no le saldrá respondona.
A quienes no les gustó la idea fue a diversas barras de abogados del país, quienes se pronunciaron sobre el penoso y delicado asunto, diciendo: “Se requiere nombrar a una persona independiente ideológica y políticamente que fortalezca y respete absolutamente la independencia del Poder Judicial Federal cuya función, como garante del cumplimiento de las disposiciones constitucionales y la salvaguarda de los derechos fundamentales, solamente se puede cumplir con imparcialidad, sin sujeción alguna a intereses partidistas”. Obviamente, el presidente “ni los ve ni los oye”.
Sin duda alguna, Luz María Nananina, José Candelario Tres Patines, Rudecindo Caldeiro y Escobiña, principales protagonistas de aquel programa radiofónico titulado La Tremenda Corte, se hubieran quedado perplejos anta tal audacia.
@LuisSotoAgenda
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