¿Qué pasará con el juicio de Genaro García Luna? Es la pregunta que muchos nos hemos hecho después del inesperado giro que dio la Fiscalía del distrito Este de Brooklyn, Nueva York, el jueves 9 de febrero. Cuando indicó que terminarían con la presentación de los testimonios de los testigos estrella entre el lunes y martes de esta semana.
Quien resultó ser ese último testigo fue Jesús “El Rey” Zambada, hermano de “El Mayo” Zambada, fundador del Cartel de Sinaloa. Y quien el 21 de noviembre de 2018, en lo más alto y polémico del juicio que sentenció a cadena perpetua a Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, expresó al abogado William Purpura que la organización criminal de la que formó parte entrego sobornos millonarios al futuro Secretario de Seguridad Pública de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
En concordancia con sus declaraciones de hace casi cinco años, “El Rey” Zambada indicó que el Cartel de Sinaloa entregó casi cinco millones de dólares en los últimos días del gobierno de Vicente Fox, cuándo el paso de Felipe Calderón a la presidencia de la república era un hecho. En esos momentos, el contacto de la organización criminal fue Oscar Paredes, un abogado del cartel, que concertó una cita con García Luna en el restaurante Champs Elysées.
Después de las declaraciones de “El Rey” Zambada, que sin duda son un testimonio clave en este proceso, el panorama sobre la resolución del juicio indica que el juicio podría terminar de un modo desafortunado para la Fiscalía. Reflexionemos sobre algunos puntos trascendentales en torno a la sentencia que se dará en los próximos días, por parte del jurado.
¿Se alcanzará la sentencia unánime para inculpar a García Luna?
Las opiniones sobre la presentación del último testigo para los periodistas que han seguido de cerca y asistido a las sesiones del juicio han sido encontradas. Algunos consideran que el testimonio de “El Rey” Zambada cierra el circulo de las declaraciones de los testimonios de Sergio Villarreal Barragán alías “El Grande”, Óscar Nava Valencia alías “El Lobo”, Harold “El Conejo” Poveda, Raúl Arellano Aguilar, ex integrante de la Policía Federal, Édgar Veytia ex fiscal general del estado de Nayarit, y Javier Villarreal Hernández, ex tesorero del Gobierno de Humberto Moreira, para probar los contubernios que tenía García Luna con la facción de los Beltrán Leyva y la del Chapo y El Mayo. Hecho que desencadenó la cruenta guerra contra el narcotráfico que inicio en México en 2006.
Por otra parte, está el grupo que consideran que los testimonios orales, principalmente de ex criminales y grandes capos de la delincuencia organizada de México, no serán suficientes para convencer al jurado. El cual está integrado por doce miembros, y difícilmente podrá alcanzar un veredicto unánime que declaré culpable a García Luna. En sí, lo que se esperaba en la jornada del lunes era el desahogo de una prueba que hundiera al ex secretario de Seguridad Pública. Cómo lo fue el audio de una llamada telefónica de “El Chapo” Guzmán negociando un cargamento de cocaína procedente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (las FARC), sobre el cual declaró el narcotraficante Jorge Milton Cifuentes Villa, se llevó a cabo en mayo de 2010.
Si bien la evidencia anterior terminó por mandar a “El Chapo” Guzmán a prisión lo que le resta de vida, en el caso del juicio de García Luna no existe una evidencia palpable que muestre estos nexos y los cargos por los cuales se le inculpan. Si bien es de conocimiento público que en los próximos días el jurado podrá acceder a los testimonios transcritos, y cualquier otra evidencia que presente la Fiscalía, la valoración en torno a la unanimidad parece algo difícil de materializar.
La negativa de García Luna a declarar su testimonio ¿error o acierto?
Uno de los principales temas que causó expectación al inicio de la semana, fue la posibilidad de que García Luna subiera al pulpito del estrado para testificar en favor de su inocencia. Previo a llevar a cabo esta acción, César de Castro, abogado del ex secretario de Seguridad Pública, indicó que su cliente podría rendir su testimonio siempre y cuándo no se le interrogará sobre sobre ciertos temas sensibles. Frente a esta petición el juez Brian Cogan rechazó la petición de su defensa, ante lo cual de Castro indicó que García Luna no presentaría de forma directa su testimonio.
La resolución por parte de la defensa podría ser un acierto, si se considera que García Luna es un hombre con capacidades acotadas para enfrentar un interrogatorio que lo pusiera bajo presión. El mismo super policía es consciente de esta condición, y de forma personal, siempre se sintió más cómodo ajustándose a un guion que lo evitará caer en provocaciones o en un debate que pusiera a prueba su manejo del estrés y capacidad de improvisación.
Tan solo recordar su comparecencia en la Cámara de Diputados, como Secretario de Estado del gobierno de Felipe Calderón, en el que un visceral Gerardo Fernández Noroña lo llamó en múltiples ocasiones asesino, en intentos fallidos por tratar de sacarlo de sus casillas. Frente a esto, García Luna evadió contestar las preguntas del entonces diputado y se limitó a presentar los materiales que su equipo cercano había preparado para él, en aras de presentar los resultados de su primer año como titular de la SSP.
Una de las polémicas más fuertes en torno a la presentación de los testigos estrella, fue el episodio que se vivió en torno a las declaraciones de Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo”, ex líder del Cartel del Milenio y antiguo aliado del Cartel de Sinaloa. Cuándo Florain Miedel, parte del equipo de la defensa de César de Castro, aplicó un duro contrainterrogatorio que hizo caer a Nava Valencia en un múltiples contradicciones, flagrantes mentiras y riesgosas aceptaciones de haber modificado sus testimonios para conseguir los favores del gobierno de los Estados Unidos.
Lo anterior, relacionado a cuándo Miedel sacó a relucir que “El Lobo” en una reunión celebrada entre agentes de la DEA y fiscales del caso el 14 de diciembre de 2022, indicó que “nunca” había conocido a García Luna. Por lo cual, jamás pudo haber entregado en persona los diez millones de dólares que Nava Valencia externó haber entregado a García Luna y sus colaboradores Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño.
¿Qué habría pasado, si Genaro García Luna se hubiera enfrentado a la Fiscalía y se hubiera mostrado nervioso e incómodo? ¿Qué hubiera pasado, si un integrante de la fiscalía lo hubiera hecho entrar en contradicciones en torno a sus declaraciones? Seguro eso hubiera jugado en su contra, en torno a la resolución del jurado. Quizás, la decisión de Castro fue la decisión más acertada para la defensa.
¿La Fiscalía de Blookyn está juzgando a un personaje o a un país entero?
Hay un comentario en torno al proceso legal que enfrenta García Luna, expresado por Leonardo Curzio, que ha estado circulando por mi mente de forma constante en los últimos días. ¿La Fiscalía del distrito este del Juzgado de Brooklyn está juzgando a un personaje concreto o está juzgando a un país entero y a su sistema político?
Sobre lo anterior destaca la cobertura de Arturo Ángel, periodista que ha estado al pie del cañón, desde primer ahora de la mañana, siguiendo el proceso legal de García Luna e informando en vivo y directo sobre el juicio a través de su cuenta de Twitter. En sus crónicas diarias, Ángel nos externa el ideario que se ha tejido en torno al entorno político y social de México, al que define como un Viejo Oeste en el que los criminales tienen la total impunidad para operar, las autoridades políticas relacionadas con la seguridad pública de más alto nivel se coluden con la delincuencia, y en consecuencia, la violencia, corrupción e impunidad es la norma de día a día en nuestro país.
En vísperas del inicio del juicio de García Luna, en concreto en su conferencia mañanera del 20 de enero, el presidente López Obrados presentó sus tres hipótesis en torno a la sentencia final del proceso legal. Del mismo modo, indicó que era obligación de su gobierno informar a la ciudadanía como se desenvolvía el proceso, e incluso, ocuparía una parte de su conferencia cada mañana, para presentar lo más sobresaliente sobre el juicio.
Sin embargo, la forma en que se ha llevado a cabo el proceso pronto dejo en desaire al presidente López Obrador. Fue una constante, en sus conferencias, durante la sesión de preguntas, decir que no hablaría del caso de García Luna, a razón de que no se había presentado evidencia sobresaliente en su contra. Con lo que poco a poco, fue evadiendo el tema en sus conferencias mañaneras.
La mala ruta que tomó la Fiscalía ha abierto la posibilidad de que García Luna pueda ser exonerado de los cargos que se le inculpan. Con ello, el anhelado escenario del presidente López Obrador, de que se presentará una evidencia que relacionará directamente al “super policía” con el crimen organizado, y mostrará lo podrido que estaba el sistema político mexicano, parece difícil de alcanzar.
Sin embargo, una completa exoneración en contra de García Luna no sería el escenario más positivo para el personaje. Y él mismo lo sabe. De darse este escenario no debemos olvidar que el 7 de diciembre del 2020 la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la embajada de México, solicitó de manera oficial la extradición de Genaro García Luna, desde los Estados Unidos. Del mismo modo, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), con Pablo Gómez al frente, denunció a García Luna por robó al erario mexicano de 745.9 millones de dólares a través de una red de corrupción y lavado de dinero que operó durante veinte años.
De no enfrentar a la justicia de los Estados Unidos de América, García Luna tendría que enfrentar a la justicia en México, la cual es más susceptible de ser politizada y manipulada en su contra, por el pasado político que él representa. Ante esto, aunque no se alcancé el veredicto unánime que lo declaré culpable, es probable que García Luna acepte volverse un agente cooperador de los Estados Unidos, y buscar alcanzar una figura de testigo protegido, que le permita acceder a una nueva identidad en este país en el futuro cercano.
Las dudas circulan apreciado lector, y ante todo la pregunta que muchos no hacemos en este punto es: ¿Y si nosotros fuéramos el jurado de García Luna? … ¿Qué decidiríamos?