El tabasqueño Rosendo Gómez Piedra ha sido nombrado como nuevo Fiscal Especial del caso Ayotzinapa. Es difícil encontrar a alguien que tengo un mejor perfil que el abogado Rosendo para sacar adelante tan delicado encargo. Para iniciar el “Curriculum Vitae” de Rosendo Gómez Piedra sin temor a equivocarse hay que decir que es un hombre esencialmente bueno. Rosendo es una buena persona y es un lince al que no se le escapa nada de lo que ocurre a su alrededor. En estos días no es un asunto menor sino extraordinario. Ya no hay gente, tan caballero, tan gente, como Rosendo en la política. Otro dato relevante de él es que no suele fallar en sus diagnósticos políticos, y mantiene una fama de eficaz en cualquier encargo que acepta envidiable.
Factor clave en el gobierno de Arturo Núñez
Tras una larga trayectoria ligada casi en exclusiva al ámbito jurídico, Rosendo Gómez Piedra (RGP) entra a la política dura cuando fue nombrado secretario de Gobierno de Tabasco en pleno “Lilianato” nuñista y con la gente en algarada permanente en las calles, aterrada porque se temían lo peor, como así fue, al final del sexenio de aquella pareja de triste y tétrico recuerdo. Rosendo fue el único, y digo que nadie más que él, que logró mantener un hilo de esperanza de que las cosas no se iban a desmoronar de tal manera que se perdiera totalmente el control sobre el estado. Es decir que: Gómez Piedra, a mi juicio, fue el factor imprescindible de gobernabilidad de aquellos momentos. Asumió su papel con mucha valentía y le cumplió a Tabasco entregándole sus conocimientos profesionales, del más alto nivel, y sus cualidades humanas, de la más elevada condición. Con la entrada del gobernador Adán Augusto López Hernández, hoy secretario de Gobernación, este quiso reconocer la inmensa tarea que Gómez Piedra había realizado para el estado y le ofreció la Presidencia del Tribunal de Conciliación y Arbitraje para que pusiera en orden a esa institución que, por dar un dato que nos acerque a lo que era su triste realidad de abandono de entonces, mantenía alrededor de 8 mil expedientes sin resolver y acumulados en los pasillos y en las mesas que, a la vista del público y a su manoseo también, mostraban las carencias de ese órgano administrativo que en teoría debería de hacer justicia. Y lo deja al día y con todo en orden y funcionando al cien. Rosendo Gómez Piedra es una historia de eficacia probada en toda su carrera profesional. Es Doctor en Ciencias Penales y Política Criminal, tiene una especialidad en Derecho Judicial y Maestría en Derecho Penal; fue consejero y presidente del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, así como Magistrado Presidente del Tribunal Electoral de Tabasco, y ha ejercido como catedrático de Derecho. Fungió como subprocurador de Procesos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal; fue Magistrado Presidente y Supernumerario del Tribunal Superior de Justicia, institución donde laboró como Juez de Primera Instancia, y en sus inicios se desempeñó como Agente del Ministerio Público Investigador de la Procuraduría General de Justicia del estado.
RGP en la 4T
Por instrucciones directas de AMLO, como secretario de Bienestar, el tabasqueño de Comalcalco, Javier May, le ofreció a Gómez Piedra el ser Abogado General en la institución, lo que lo elevó al más alto rango que un abogado, como tal, puede ostentar en el gobierno federal. Y precisamente en una instancia que Gómez Piedra conoce y se desenvolvió con mucha familiaridad ya que se dedicó a diseñar la política y la logística de los programas sociales del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Actualmente se desempeñaba, hasta hoy, como Director Jurídico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo.
AMLO es su amigo personal y con el mantiene, desde hace décadas, una relación muy cercana y privada que solo sufrió un paréntesis cuando RGP tuvo dolencias de salud que le obligaron a entrar a un quirófano en varias y dolorosas ocasiones para resolver un problema de espalda añejo, que le coartó la movilidad durante algunos años, aunque hoy ya está perfectamente controlado.
Por un lado Rosendo ha sido un excelente embajador de todo lo mejor que tenemos en Tabasco en la ciudad de México, pero por otro los que todavía vivimos aquí perdimos su inspiración y su ejemplo, lo que en una buena medida era estrictamente necesario cuando existe tanta mezquindad en la política choca. En todo caso un deseo para Rosendo: Lo mejor para ti que será lo mejor para todos.