El Departamento de Estado norteamericano ha publicado su reporte anual 2022 Country Reports on Human Rights Practices, un documento que refleja cada año la visión de los Estados Unidos sobre la observancia de los Derechos Humanos en el mundo. Es un instrumento más de la política exterior de este país. Sudán, China, Rusia, Cuba, Venezuela, se llevan la peor parte y donde no hay una sola mención a el estado que guardan los derechos humanos en su propio país.
Es un documento sin ningún valor o peso internacional
El reporte se elabora con los informes que le proporcionan al Departamento de Estado sus embajadas en el mundo. La mayoría de esta información la obtienen a través de fuentes abiertas, es muy completo y extenso, este informe cubre los siguientes aspectos en cada país. Respeto para la integridad de las personas, respeto a las libertades civiles, libertad para participar en procesos políticos, corrupción y falta de transparencia, la postura del gobierno a las investigaciones de organismos no gubernamentales sobre violación de los Derechos Humanos, discriminación y abusos de la comunidad, derechos de los trabajadores. Hay varias sub categorías donde se vuelve mucho más específico y concreto, profundizando en las áreas donde a juicio de los norteamericanos hay fallas o violaciones a los Derechos Humanos.
¿Qué le molestó al presidente?
Este informe es anual, lo hace el DoE desde hace más de 50 años y el reporte de México para 2020 y 2021 son prácticamente idénticos al de 2022, Incluso hay secciones más fuertes en áreas como libertad de prensa y acoso a periodistas, en protección a migrantes también hay datos más duros, los análisis son más extensos y menos diplomáticos en los informes anteriores. Comparando los reportes no se ve un cambio sustancial en su contenido, tono o propósito.
¿Tal vez no había leído los anteriores?
El informe sobre México no es nada favorecedor, en 46 páginas se pinta un escenario donde las Fuerzas Armadas y de seguridad matan y torturan a civiles, desaparecen a personas coludiéndose con el crimen organizado, la impunidad en la que operan estos grupos criminales, la violencia contra periodistas, La discriminación a grupos vulnerables, la falta de libertades para la prensa en algunos estados, y un largo etcétera.
El informe reporta solo datos y hace un pequeño análisis sobre la situación específica de cada uno de los temas que se exhiben, un pequeño contexto acompaña algunas partes del texto.
México sale medianamente bien en libertad de expresión, internet, asilo, libertad de religión, antisemitismo, participación política, libertades a grupos de organizaciones civiles, sindicatos, condiciones laborales.
Este reporte es una parte de la política exterior norteamericana que busca informar sobre su visión mundial del estado de los Derechos Humanos en sus áreas de interés y hegemonía. Un instrumento para moldear la opinión política en su país a los intereses de la administración en turno. No miente, son datos duros y confiables, información pública y al estilo americano muy puntual.
¡No es un bodrio!
Tal vez, lo que le molestó al presidente fue “el tonito”.
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