Después del ataque a martillazos hacia Paul Pelosi, Nancy la expresidenta de la Cámara de Representantes, la dama de platino, se derrumbó al ver a su esposo severamente dañado y ver su casa en San Francisco convertida en una “escena del crimen”. En el Día de Acción de Gracias, Nancy Pelosí pidió a algunos sacerdotes que acudieran a su casa para tener servicios de oración, y por qué no, de paso un exorcismo si es que se puede.
Tanto Nancy Pelosi como su hija Alexandra dieron a conocer la noticia en una entrevista al New York Times, dice Alexandra: “creo que eso pesaba mucho en su alma (lo del ataque) …se sentía realmente culpable… eso realmente la rompió. Durante el Día de Acción de Gracias, (vinieron) sacerdotes, (para ver lo de) un exorcismo de la casa y tener servicios de oración”.
Según la versión de Breitbart, el padre Arturo Albano párroco de la iglesia de San Vicente de Paúl, la parroquia que le corresponde a Pelosi por su domicilio, dijo que su personal no estaba involucrado en tal rito. “Hasta donde yo sé, no se realizaron exorcismos ni servicios sacerdotales en su casa” dijo. Así que, no se sabe con certeza si este ritual se hizo o no hubo tal. Por su parte, el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, prohibió a Nancy Pelosi recibir la Sagrada Comunión en mayo pasado, y esto permanecerá así “hasta el momento en que repudie públicamente su defensa de la legitimidad del aborto”, dijo Cordileone. Pelosi se ha definido abiertamente como una católica devota, esto pese a su férrea posición a favor del aborto, la cual es contraria a la iglesia católica que está a favor de la vida. Los ataques a la congresista saltaron de inmediato, unos sugirieron ayuda psiquiátrica pues aseguran que Pelosi utiliza a la iglesia para su beneficio personal. Otros aseguran que, si se realiza el exorcismo, la primera en desaparecer será Nancy Pelosi. Pero el padre Vincent Lampert, exorcista de la Arquidiócesis Católica Romana de Indianápolis dijo que el ritual sería apropiado para combatir la “infestación demoniaca” y la presencia del mal que persiste cuando ocurre un crimen violento. Se realiza una oración especial, dice Lampert, “la casa sería bendecida con agua bendita, recordándonos nuestra vida en Cristo, y que no debemos temer a ningún mal… en realidad, recibo miles de esas solicitudes cada año”, dijo. Así que, no es nada nuevo, según él.