Se acaba el tiempo para Marcelo Ebrard, quien no tendría espacio en alguna fuerza política para el 2024.
Marcelo no se va de Morena, pero no tiene espacio en ningún lado, incluso la posibilidad de que sea el próximo coordinador de los senadores de Morena en la siguiente legislatura podría desaparecer si insiste en que ya no tiene cabida en el movimiento que fundó el presidente López Obrador.
Crear un nuevo partido no es una opción para los comicios del 2024, ya terminó el plazo para inscribirse en busca de una candidatura independiente, en Morena la puerta empieza a cerrarse y si sale del movimiento no será coordinador de los senadores de este partido –como se acordó en las bases de la convocatoria para el proceso interno para elegir candidato presidencial—, además de que en el Frente no se ven ganas de cederle un espacio más allá del que pueda obtener si decide apoyar a Xóchitl Gálvez.
Adicionalmente, en Movimiento Ciudadano parece que la candidatura de Samuel García se fortalece, en especial luego del espaldarazo presidencial, que incluso motivó que el actual gobernador de Nuevo León anunciará que su esposa buscará un escaño en el Senado.
No hay que perder de vista que el presidente es el que decide las candidaturas para el Senado, por lo que la integración de los cercanos al excanciller está en el aire.
Malu Micher, representante de Ebrard en el proceso interno de Morena, ya denunció a través de sus redes sociales, las presiones que están sufriendo legisladores del equipo del también exjefe de gobierno para que dejen de apoyarlo. Esto pasa por las consideraciones de su futuro para sus carreras políticas para el siguiente sexenio.
Así, a pesar de su gira por todo el país que inicia la semana que entra, el futuro de Ebrard luce sombrío y como los espacios se le achican, tal vez termine pidiendo perdón en Morena por sus exabruptos y levantando la mano a la señora Sheinbaum, ante la posibilidad de quedarse como el perro de las dos tortas.
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