- El resultado en Coahuila mostró que es el único estado en donde el PRI puede presumir que es un partido político bien estructurado, algo que puso feliz, por obvias razones que no tienen nada que ver con lo electoral, a Rubén Moreira.
- Pero en el Estado de México la historia es otra, pues además de que necesitó de una alianza para quedarse a 10 puntos porcentuales de la ganadora, con todas las mañas e irregularidades que cometió, es muestra de que dejó de ser un verdadero partido de alcance nacional y ahora es simplemente una fuerza regional.
- Este resultado pega también en la alianza, pues ya Alito Moreno no puede presumir que su partido es necesario por la cantidad de votos que representa, pues si en territorio mexiquense no pudo sacar a la gente a votar, el abstencionismo fue de alrededor del 50% de acuerdo a datos preliminares, pues le queda poco por ofrecer para 2024.
- Y aquí es donde se puede poner interesante la cosa, pues esto puede ser el pretexto perfecto para que el PAN lo saque de la alianza y construya una de verdad con otros partidos y la sociedad civil, la pregunta es si se animará Marko Cortés.
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