Hunter Biden
No cabe duda que los hijos “incómodos” y los conflictos de interés brotan de inmediato cuando papi anda en campaña o es presidente. Tal es el caso de Hunter Biden y su papá, el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. Para el trabajo sucio, Trump pidió un “favor especial” al presidente de Ucrania Zelensky, a cambio de un tour por la Casa Blanca, y de paso, algo de ayuda militar…si quiere.
En la campaña de 2020, Joe Biden candidato presidencial, fue cuestionado por los “negocillos” de su hijo. Hunter Biden fue uno de los directivos de la empresa ucraniana de energía Burisma, mientras que Joe Biden fungía como vicepresidente y era la mano derecha de Obama en los asuntos de política exterior, y claro, en sus manos estaba la relación con Ucrania que quería entrar a la OTAN.
A la tarea de “sacar el lodazal” de los Biden, se dedicaron Rudy Giuliani y Stve Bannon. Giuliani viajó a Ucrania para contactar con el legislador local Andriy Derkach, a quien el Tesoro norteamericano tenía ubicado como agente del Kremlin desde hace tiempo. Esto, para indagar unos correos electrónicos, que Giuliani pescó en una computadora de Hunter que estaba en reparación, de acuerdo al New York Post.
Y es que el asunto inicia por un e-mail enviado en 2015, en donde el asesor de Burisma, Vadym Pozharski agradece a Hunter por invitarlo a reunirse con su padre. Sin embargo, no se aportaron pruebas de que esta reunión se hubiese efectuado. El equipo de campaña de Biden dijo que no se registró en la “agenda oficial”, y que si se realizó pues fue de manera informal y en un tono superficial. Y que no hubo fotos, por cierto.
Dos comités dirigidos por republicanos estuvieron investigando el asunto, pero un colega del partido los paró en seco diciendo que su diligencia era “ilegal y política”, y no queriendo, los comités llegaron a la misma conclusión: que Biden sí llevó la política oficial de Estados Unidos hacia Ucrania y que –aunque les duela a los adversarios- no había cometido ningún delito. No hubo conflicto de interés.
Hunter colaboró en Burisma desde 2014 hasta 2019, cuando dejó el puesto. En Ucrania, la compañía estaba siendo investigada junto con otras empresas por la Fiscalía nacional, había acusaciones de corrupción. Trump alegó que la familia de Hunter había recibido 3.5 millones de dólares “desde Rusia”. Nada se comprobó, y de los dueños de Burisma, sus nombres son un absoluto secreto.
Trump acusó a Biden de usar su poder político y presionar al gobierno ucraniano para que despidiera al fiscal Voktor Shokin quien dirigía las investigaciones. Coincidió que, además de Biden, otros países (que dan apoyo financiero a Ucrania) también pidieron retirar a Shokin porque no era muy diligente en combatir la corrupción.
Trump le pide “un favor” a Zelensky.
En 2019, hubo una llamada telefónica muy significativa. Trump llama a Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania y le pide un “favor especial” a cambio de una visita a la Casa Blanca y apoyo militar. El “favor” era investigar el asunto de los Biden para cimentar las acusaciones sobre conflicto de interés que estaban trabajando en el equipo de Trump.
La oferta de darle un boleto para un tour en la Casa Blanca – y ayuda militar- no prosperó, pero si se surgió un escándalo en espiral, la Cámara de Representantes investigó a Trump por presionar a Ucrania para hacerle el trabajo sucio para golpear a su rival, sin embargo, tampoco Trump fue castigado.
Al final, los legisladores republicanos que trabajaron el caso, señalaron que el trabajo de Hunter sí resultaba “problemático”, pero que no había irregularidades por atender, caso cerrado. De igual manera en Ucrania, se dijo que nada ilegal había en la participación de Hunter en Burisma. Y, Biden, por su parte dijo que nadie de su familia estaría involucrado en negocios con algún país o empresa extranjera. ¿Dónde escuchamos eso, nos parece familiar? No cabe duda, los hijos “incómodos” son una pesadilla.