Por: Juan Antonio Cruz Bautista
Hay un viejo principio jurídico que dice… el que es causa de la causa es causa de lo causado…, en el caso de la
joven Debanhi Escobar, asesinada en Nuevo León, el principal responsable es el chofer del taxi que tomó la foto que todos conocemos, la misma con la que se inició su búsqueda, porque fue la última persona que estuvo con ella, la última persona que sabemos intentó abusar de ella, al realizarle tocamientos que la obligaron a bajar “del vehículo de alquiler de confianza”, donde sus supuestas amigas la dejaron, después de una fiesta, y en la huida perdió la vida.
El Fiscal General de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, dejó libre al taxista porque, dice, no había delito que perseguir, según él, no tuvo ninguna responsabilidad legal en la muerte de la joven regiomontana de 18 años, a pesar de ser la última persona que la vio con la vida y le tomó la fotografía por la que se inició su búsqueda.
La madrugada del sábado 9 de abril, cuando las amigas de Debanhi Susana Escobar Bazaldúa se marcharon de la fiesta donde se encontraban, en la Quinta El Diamante, una finca del municipio de General Escobedo, estas le marcaron a “una persona de confianza” para que la recogiera y la llevara a su casa, lejos de ello, intentó manosearla.
El taxista se atrevió a abusar sexualmente de Debanhi porque el servicio que realizaba lo hizo fuera de la plataforma digital para la que trabaja, y como su víctima puso resistencia la abandonó a 300 metros de la fiesta de donde había salido, y en un lugar de riesgo sobre la carretera Nuevo Laredo.
Lo que no dijo el Fiscal fue que él dio la orden para dejarlo ir, y ahora no lo encuentran, así lo confirmaron a éste reportero elementos de la fiscalía general de justicia de Nuevo León encargados del caso y dar con su paradero para volverlo a interrogar por el modo y circunstancias en que dejó a Debanhi, lo que no hicieron cuando ya lo tenían en sus manos, por orden del fiscal.
Juan David Cuéllar en su nombre, y no lo encuentran, los agentes de investigación hicieron su trabajo y el Fiscal General lo dejó ir, sabiéndose responsable y vigilado por todos los medios de comunicación huyó y dejó en su casa el vehículo de alquiler que utilizó para acosar sexualmente a Debanhi.
Este es el resultado de la orden que dio el Fiscal Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, a la Unidad Especializada de Investigación Antisecuestros, error por el cual ahora quiere sancionar y entregar la “cabeza” de los agentes encargado del caso, para salvar la suya.
Para el jurisconsulto Max Morales, el proceder del taxista denota responsabilidad penal, toda vez que trata de generar una causa de justificación de irresponsabilidad al decir que él tomo la foto donde se le ve viva.
Eso, explica el especialista en negociación de secuestros, nada más lo ubica en espacio, modo y tiempo como la última persona que estuvo con ella.
Además, los vídeos donde se desprende que atentó sexualmente contra Debanhi, al intentar realizarle tocamientos, le genera responsabilidades penales, por el desenlace de su muerte en circunstancias de enigma.
Por ello, enfatiza Max Morales, el culpable de la muerte de la joven Debanhi es el taxista Juan David, y el irresponsable de dejarlo ir es el Fiscal General de Nuevo León.
Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, el fiscal, tiene responsabilidad moral, legal y penal, por la cual debe responder, no sólo gravó el caso por dejar libre al taxista, lo previno de su situación legal, tanto que lo primero que hizo fue huir.
En este momento las fuerzas del Gobierno de Nuevo León, buscan al taxista Juan David, que laboraba en plataformas digitales de transporte, lo consideran prófugo de la justicia, por abuso sexual y tentativa de violación.
De un principio lo dijo Mario Escobar, padre del a víctima, los tocamientos del taxista detonaron la cadena de eventos que desembocaron en la muerte de su hija, cuyo cuero apareció misteriosamente dentro de la cisterna del Motel Nueva Castilla, el mismo que ya había sido revisado en cuatro ocasiones, en todo su perímetro.