El general Luis Crescencio Sandoval está bajo fuego. Gracias al hackeo de información a Sedena se han revelado información de carácter interno y naturaleza confidencial que revela la forma en que espía a civiles con el sistema Pegasus, las pugnas que tienen con Marina o los viajes que realiza el y su familia.
Cómo nunca la institución a su mando hoy es cuestionada por varios frentes y la fuente de estos cuestionamientos son los documentos internos de la misma secretaría. No hay pretextos o escusas, es información que ha generado Sedena para su consumo interno. Información que nunca hubiera salido a la luz sin el hackeo a sus servidores.
La Sedena es una institución de mando vertical donde nada se mueve si no lo autoriza un mando superior y hasta el superior del superior, así son todos los ejércitos y este no es la excepción.
Por ello para organizar un viaje de trabajo del General Secretario o DN1 se cuida la aprobación de absolutamente todos los aspectos involucrados, el personal que va en la comitiva, donde se va a comer o hospedarse también, la ayudantía del secretario se apoya de los agregados militares en los países a donde se viaja para hacer las reservaciones de hoteles, restaurantes y paseos. Es común que en estos viajes se extiendan las atenciones a las conyugues de los militares que hacen el viaje, solo a ellas. No cumplir con lo aprobado para el viaje implica una sanción o arresto al responsable.
La opacidad histórica con la que opera la Sedena y la clasificación de seguridad nacional con la que se cubren todas las operaciones y el gasto histórico que hoy manejan no ayudan a la rendición de cuentas.
Hoy Sedena opera recursos para construir hoteles, trenes, aeropuertos, construye bancos, operará una aerolínea y un largo etc… Muchos de estos gastos se hacen en modalidades de pago en efectivo y las licitaciones se adjudican directamente por premura o simple corrupción.
Es imposible no creer que ante tal cantidad de tareas que tienen y el dinero que manejan no se generen ganancias ilícitas para mandos medios y superiores dentro de la corporación.
Ganancias que pueden ir desde un capitán que autoriza a donde va el cascajo de una construcción a generales que reciban comisiones por compras de materiales o cemento para hacer un aeropuerto. Hay múltiples oportunidades para enriquecerse y poca supervisión interna dentro de la institución.
El reto para la Secretaría de la Defensa Nacional será entregar cuentas claras ante las responsabilidades que se le han encomendado, el poder y la confianza que hoy tienen puede erosionarse rápidamente si al termino de esta administración empiezan a surgir escándalos de abusos o enriquecimiento de los mandos superiores.
El general Sandoval en la práctica solo le reporta a su comandante supremo que es el Presidente de México, no hay nadie que cuestione sus decisiones y menos sus órdenes.
Hoy son los viajes de su familia, pero hay muchos más documentos que todavía no se han analizado y que seguramente saldrán a la luz pública sobre como se maneja y opera la Sedena.
Seguirá bajo la lupa el General Secretario.
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