La noche de ayer, un grupo de normalistas y maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) presuntamente intentaron saquear la bodega del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO) e incendiar un vehículo del transporte público frente al palacio de gobierno en protesta por la detención de sus compañeros.
De esta forma cerraron la jornada de lucha que sostuvieron los disidentes de la Sección 22 de la CNTE las últimas 48 horas en el primer cuadro de la ciudad de Oaxaca tras un paro de labores y generaron bloqueos con afectaciones a vuelos en el aeropuerto ante la falta de respuesta en sus exigencias.
Los activistas provocaron una movilización de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), quienes usaron gas lacrimógeno en contra de los futuros maestros, al mero estilo de las protestas del 2006, para desalojar a los normalistas y provocaron pánico entre los paseantes en el zócalo oaxaqueño.
En medio del alboroto un hombre fue captado durmiendo plácidamente en una de las jardineras, situación que llamó la atención de los reporteros que cubrían el desalojo y de los usuarios de redes sociales.
Tras los hechos ocurridos en el zócalo de Oaxaca, el secretario de Gobierno, Jesús Romero, aseguró que la policía anti motín actuó bajo los protocolos de seguridad y paz, además, que se respetaron los derechos humanos de los normalistas.
“Informo que anoche un grupo no identificado pretendió incendiar un vehículo de transporte público frente a palacio de gobierno, en ese marco las corporaciones de seguridad actuaron con los protocolos de seguridad y respeto a los derechos humanos para garantizar la paz social y respeto a la ley.
“En este gobierno democrático el respeto a la manifestación social está garantizado, pero debe conducirse siempre bajo los propios límites que la propia ley establece”, escribió en su cuenta de Twitter.
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