Los cárteles mexicanos blanquean alrededor de 25.000 millones de dólares anuales, según un informe difundido por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un órgano de la ONU.
“Se cree que, solamente en México, los cárteles mexicanos blanquean unos 25,000 millones de dólares al año”, indica el reporte, que señala que los grupos criminales emplean cada vez más criptomonedas y otras herramientas digitales opacas para evitar ser rastreados.
“El uso de bitcóin para blanquear dinero va en aumento, sobre todo entre bandas de narcotraficantes como el cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel de Sinaloa, según las autoridades de México y los Estados Unidos”, indica la JIFE.
Para no superar el umbral de las operaciones bancarias que hacen saltar las alarmas -7,500 dólares-, los delincuentes suelen dividir los fondos ilegales en pequeñas cantidades que depositan en varias cuentas bancarias.
Luego utilizan esas cuentas para hacer compras de pequeñas cantidades de bitcóin, lo que les permite disimular el origen del dinero y pagar a sus colaboradores en otras partes del mundo, señala el informe.
La JIFE demanda reducir al mínimo las ganancias del narcotráfico y, para ello, pide más transparencia financiera a escala internacional, endurecer la legislación contra el blanqueo y una mejor cooperación internacional.
En esa línea, el informe señala su preocupación por toda una serie de nuevos instrumentos financieros opacos que dificultan rastrear el origen del dinero ilícito.
La JIFE señala que México sigue siendo la principal fuente de heroína y metanfetamina de Estados Unidos y que también era el principal país de tránsito de la cocaína procedente de América del Sur.
Narcotráfico tienen un amplio impacto negativo en la sociedad
En general, el Informe Anual 2021 analiza en detalle los flujos financieros ilícitos relacionados con el narcotráfico y encuentra un impacto negativo de gran alcance en la sociedad, desde la corrupción y el soborno hasta el aumento del crimen organizado, la violencia, la pobreza y la desigualdad.
“La JIFE consideró que los flujos financieros ilícitos merecen especial atención y escrutinio porque el narcotráfico es una industria muy lucrativa para los grupos delictivos organizados y estos grupos dependen de los flujos financieros ilícitos para expandir y mantener sus actividades delictivas”, el presidente del organismo, Jagjit Pavadia.
Los datos muestran que los países con altos niveles de tráfico de drogas también exhiben altos niveles de inestabilidad, violencia y delincuencia. Para contrarrestar los efectos negativos y el costo humano, la JIFE instó a los gobiernos a abordar todas las etapas del tráfico de drogas, desde la producción y el cultivo hasta la venta y ocultación de ganancias ilegales.
Los flujos financieros ilícitos generados por el narcotráfico también desvían recursos de las iniciativas necesarias para reducir la pobreza y promover el desarrollo social y económico. Esto, a su vez, debilita la buena gobernanza y empeora la desigualdad, estableció el informe.
Para reducir estos flujos financieros ilícitos, la JIFE hace un llamado a los gobiernos para que aborden el crimen organizado de manera colectiva y compartan inteligencia a nivel internacional. “Dado que los flujos financieros ilícitos no conocen fronteras ni nacionalidades, se requiere una acción colectiva”, dijo Pavadia.