Algo que tal vez Marcelo Ebrard no tiene presente, es que las investigaciones del caso de la muerte de 26 personas en la Línea 12 sigue abierto; existen más de 10 indiciados que conspiran y están buscando deslindar responsabilidades hacia los jefes, como Marcelo Ebrard, quien gobernaba la CDMX cuando se construyó la llamada Línea Dorada.
Y aunque la mayoría de los implicados se ha amparado, el proceso seguirá…
Muchos piensan que Marcelo Ebrard se quedó en Morena porque está sometido por el presidente AMLO, debido a su involucramiento en la construcción de la línea 12 del Metro, misma que colapsó en mayo de 2021 y que costó la vida de 26 personas, y que no se quedó en Morena por convicción con “esa señora” (Claudia Sheinbaum). Sino que se quedó sometido por miedo al presidente.
Durante la audiencia que se celebró el miércoles en las salas orales del Poder Judicial de la Ciudad de México, un Juez de Control admitió 40 medios de prueba que presentó el asesor jurídico de las 13 víctimas de la Línea 12 para demostrar la responsabilidad penal de Enrique Horcasitas Manjarrez, ex director del Proyecto Metro y 9 coacusados.
Teófilo Benítez Granados, penalista, que encabeza la asesoría a las víctimas, informó que el siguiente paso será la declaratoria de apertura a juicio oral y aunque nueve de los diez acusados esperan la resolución de tres amparos esto no significa que sean inocentes de los hechos ocurridos el 3 de mayo de 2021.
Los acusados enfrentan los delitos de homicidio calificado en agravio de 26 personas, y daño a la propiedad por el desplome de un tramo de la llamada Línea Dorada.
Marcelo debe recordar que en sus orígenes políticos priistas, se llevaron a cabo prácticas sexenales que luego fueron denominados “quinazos”, mismos que consistían en “llevar a prisión” a los “desobedientes”, como Jorge Díaz Serrano, Joaquín Hernández Galicia, Raúl Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo, Rosario Robles y Emilio Lozoya, por mencionar algunos nombres de adversarios y personajes incómodos al poder presidencial que presumían un “poder alterno”, muchos seguidores y gran capacidad de convocatoria, como la que dice tener el excanciller, y sobre todo, debe recordar que su actitud y soberbia, dejó muchas heridas abiertas y desde luego, rencores y sed de venganza.
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