Sigamos recordando y tratar de que nunca se nos olvide, que no importa el color que representen los políticos, todos son una clase aparte; así como que perro no come perro
En el estado de Nuevo León, hubo cierre de precampañas para Alcaldes, Diputados y Senadores y en su inmensa mayoría, el derroche económico, las mentiras y las promesas que jamás se cumplirán, abundaron y fueron prioridad.
La farsa y el derroche fue el común denominador en esta jornada. Además de generar cantidades imaginables de basura en propaganda, un inimaginable grafiti político en cualquier barda privada o pública. Los equipos de los distintos grupos políticos salían de madrugada, y las pintas amanecían como por arte de magia.
Yo vivo en MONTERREY, por eso normalmente escribo sobre lo que sucede en mi ciudad, aunque igual me importan los demás 50 municipios, pero desde la actividad privada en activismo social en la que estoy, no alcanza para cubrir el Estado entero.
Aunque para que los cambios se den, siempre vale la pena empezar con lo más cercano. Y es cada día veo a una parte de mi ciudad de Monterrey adormecida, resignada y desinteresada, y como no, si hemos intentado cambiar con cuanto partido hay y aparece, así como cuanto candidato que va, viene y promete, pero al final todos salieron iguales.
Para lo cual, es importante que sigamos recordando y tratar de que nunca se nos olvide, que no importa el color que representen los políticos, todos son una clase que se cuece aparte; así como que perro no come perro.
De igual forma, vale tener presente que las leyes, propuestas y acciones que toman y proponen los políticos en cualquiera de los tres poderes, ejecutivo, legislativo o judicial, son y han sido principalmente para protegerse entre ellos, para evitar que sean encarcelados cuando se descubre su corrupción, y, además, para perpetuarse en el poder, y utilizar nuestros impuestos como si fueran de su propiedad, pues casi todos lo ven como una mina de oro inagotable.
¿O cuántos políticos hay en la cárcel? De todos los corruptos que hay y que conocemos, no hay ni uno sólo que sea o haya sido encarcelado, al menos en MTY. Parece que, entre los corruptos, no existe ninguno que sea merecedor de ser investigado, enjuiciado, detenido y encarcelado.
Cada vez, y lamentablemente, al menos los regiomontanos hemos normalizado que candidatos y políticos con carpetas de investigación, amparos, pruebas claras de corrupción y acusaciones, no les pase nada, y todo siga sereno e impune.
Tal parece que, en Nuevo León, hay dos tipos de leyes: unas muy laxas para los criminales de cuello blanco, y otras sumamente rígidas para los comunes como usted y como yo.
Las pruebas documentadas de corrupción en las distintas administraciones de MONTERREY en los últimos 20 años, incluyendo la actual, están a la vista de todos, y no hay ni una sola investigación para nadie ni contra nadie que esté dentro del sistema político regiomontano.
A todo esto, les pregunto ¿les ha pasado por la mente darle la oportunidad a un ciudadano, a alguien que no tenga nexos con el CO, o acusaciones de corrupción y que sea un ciudadano común y corriente, hombre o mujer? Pero, sobre todo, un ciudadano alejado del muladar que es la política actual en Monterrey. O de plano, ¿ya aceptaremos abiertamente que nos gobiernen criminales?
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